Más del veinte por ciento de la población ha abandonado Venezuela desde 2015, lo que la convierte en una de las mayores crisis de desplazamiento del mundo. Más de un tercio de todos los que abandonan Venezuela van a la vecina Colombia. Este país acoge a 2,4 millones de migrantes y refugiados venezolanos. Muchos de ellos llegan ilegalmente. Esto afecta a su capacidad para acceder a servicios esenciales, protección y asistencia.